Confiscan crucero de la Carnival

Galveston, Texas abril de 2012. La justicia estadounidense confiscó una nave de cruceros de la empresa Carnival, dueña de Costa Crociere, a punto de partir en un viaje desde Texas.

El juez de la causa actuó en favor de la familia de una mujer alemana que resultó víctima del naufragio de Costa Concordia, ocurrido en Italia, el 13 de enero pasado.

El magistrado pidió a Carnival observar la caja negra de la nave que encalló en la isla Giglio (Italia) y el secuestro de la nave informó que lo realizó como medida precautoria para una posible indemnización.

El tribunal americano envió a la policía a poner los sellos a la nave Carnival Triumph que se encuentra en el Puerto de Galveston, Texas.

Los policías llegaron a las 8:30  hora local, con sorpresa de los pasajeros, la tripulación y el capitán, todos a punto de zarpar.

La empresa deberá pagar 10 millones de dólares de caución para liberar su nave o en otro caso, tendrá que llegar a un acuerdo con la familia de la víctima alemana que se presentó a los tribunales.

Según el magistrado la muerte de la ciudadana alemana sería una falta de respeto a las normas de seguridad en la nave Costa Concordia por el poco control por parte de Carnival.

El estudio de abogados Eaves consiguió de parte del juez de Galveston ordenar a la empresa de Miami la entrega de la caja  negra del Costa Concordia, o en su defecto, los registros telefónicos de las conversaciones que se produjeron durante el incidente entre Micky Arison, CEO y principal accionista de Carnaval, Pier Luigi Foschi, presidente y CEO de Costa Crociere, y el comandante y los oficiales de la nave,  dijo la firma de abogados a los medios de prensa.

Fajas colocadas en el Carnival Triumph
«Con esta acción y otras iniciativas que estamos pensando, dijo el abogado John Arthur Eaves, Jr., no solo en la protección de nuestros clientes, sino que queremos hacer hincapié en que la industria de cruceros hoy en día no es segura y que cada día miles de pasajeros a través de el mundo están tomando grandes riesgos por la ausencia de normas y comportamientos adecuados».

«Nosotros, continuó Eaves, no sólo estamos interesados en obtener una indemnización por la liberación de la nave. Nuestra meta es convencer a Carnival, el líder en el mundo con el 49,7% del mercado y directamente involucrado en el incidente de la Isla de Giglio como miembro de referencia de Costa Crociere, para abrazar nuestra campaña internacional destinada a cambiar las normas que regulan la seguridad de la navegación en barcos de crucero», agregó el abogado.

«En la industria de los cruceros siguen existiendo las mismas normas establecidas después del desastre del Titanic «.

Fuente: La gran época.

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