Urge un nuevo modelo turístico para Bacalar

Carlos Águila Arreola
Cancún, miércoles 29 de diciembre del 2021.- Apenas el lunes, el Instituto para el Desarrollo y Financiamiento del Estado de Quintana Roo (Idefin) anunció con bombos y platillos el proyecto hotelero Dos Bocas con una inversión de ocho millones de dólares (165 millones 291 mil 561 pesos al tipo de cambio) y la generación de 120 empleos.

Bernardo Cueto Riestra, titular del Idefin, expuso que “las ventajas competitivas del sur lo convierten en hogar ideal para esos proyectos” y que “la inversión marcará un antes y un después en el desarrollo de Bacalar, y la consolidación de más bajo esquemas de sustentabilidad, tecnología e innovación”.

Sin embargo, hace 25 días, la coordinadora del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar, María Luisa Villarreal Sonora, advirtió que la laguna ya presentaba residuos coliformes y otros contaminantes que atribuyó a la gran cantidad de turistas u desarrollos en las márgenes del cuerpo lacustre.

Uno de los destinos más icónicos de Quintana Roo es la laguna de los siete colores, en Bacalar, pero el turismo masivo, por su inminente contaminación, ya la puso en riesgo y el Consejo Comunitario de la Cuenca de Bacalar pidió a autoridades y empresarios trabajar un modelo con menor impacto.

Villarreal Sonora sostiene que la laguna ya presenta síntomas alarmantes de contaminantes, que atribuye a la gran cantidad de turistas que visitan el lugar, “pues en 60 kilómetros a la redonda se han hecho desarrollos turísticos que representan una afectación ambiental”.

La activista señaló la importancia de tomar acciones inmediatas y puntuales para evitar el deterioro ambiental del lugar por efectos externos, que también tienen que ver con escurrimientos provenientes de otros estados (Campeche y Tabasco, principalmente).

En ese sentido, la ambientalista indicó que se trabaja en el cumplimiento de 16 acuerdos para preservar la laguna y toda la región “en el que participan comunidades, ejidos, individuos, empresas locales, organizaciones de base y cámaras empresariales”.

La egresada de Biología del Instituto Tecnológico de Chetumal advirtió desde 1992 de los riesgos sobre la laguna si no se acotaba el turismo masivo; los resultados están a la vista, aunque parece que a nadie importa, salvo a los ambientalistas e investigadores, pues planes van y vienen sin resultados.

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