Baby boomers dejan Baja California, y buscan a Cancún como una segunda casa.

baby boom fotografia wikipedia

ROSARITO, Baja California febrero de 2012.-Este año un promedio de 15 millones de «baby boomers» en Estados Unidos se retirarán, pero las expectativas para que busquen en la Zona Costa de Baja California un lugar de descanso no son muy positivas, debido a la percepción de inseguridad y la falta de infraestructura así como de atractivos que llenen sus expectativas de vida.

Aunado a ello, las condiciones para la adquisición de un fideicomiso y no de un título de propiedad desalientan la inversión en la zona fronteriza que se suman a los precios sobrevaluados que se ofertan en esta región, estimados en un 50% de su valor real.

Ciudades como San Miguel de Allende en Guanajuato, Ajijic en Chapala, Jalisco; Huatulco en Oaxaca y Cancún en Quintana Roo, han tomado la delantera y son las que más demanda registran de este sector y donde los «baby boomers» pueden obtener un título de propiedad que resulta menos costoso y ofrece más confiabilidad a su inversión, mencionó Víctor Loza, vicepresidente del Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios.

A estos factores también se agregan la falta de infraestructura médica dirigida a este sector que también se vio frenada por la crisis económica y de inseguridad que limitaron la inversión en este rubro, refirió Elías Perales, presidente del Cluster Médico en Rosarito.

Lo que había.

Durante el llamado «boom inmobiliario» originado entre los años 2005-2008 se tenía un promedio de 5 mil 400 unidades que se encontraban en construcción y cerca de 3 mil 400 en proyecto, pero en la actualidad aproximadamente sólo mil se construyen, lo que representa un porcentaje muy bajo, para las expectativas que se tenían en el mercado, explica Loza Bazán.

«Las expectativas en ese tiempo eran muy altas, estábamos vendiendo demasiado, hoy inclusive las unidades terminadas y las que están por concluir, sus expectativas de ventas no son muy buenas», especificó.

Uno de los problemas que se tienen para su venta, señala, son los precios del mercado por que los inversionistas aún están pensando en otros años cuando surgió el «boom inmobiliario» y por lo tanto éstos no están de acuerdo con la realidad, están sobregirados en un 50% por lo menos.

Mencionó que el mercado inmobiliario para la Zona Costa colapsó en el 2008 y al año siguiente la situación empeoró ya que no se podía vender ni una sola unidad y con ello se dejó de invertir en proyectos.

Teníamos pensado atraer al menos 6 mil compradores y se proyectaba que la mayoría de ellos serian personas retiradas, particularmente del Sur de California, «todos esos sueños de desarrollos para personas de más de 55 años ya no se llegaron a realizar», comentó al explicar que la crisis mundial económica y la inseguridad en México, echaron por tierra los grandes proyectos.

Explicó que durante el 2007 se vendían un promedio de 170 condominios por mes, y se bajó a menos de uno por mes en el 2009, lo que significa que la gente que tenía sus expectativas de inversión en esta región no regresará tan fácilmente.

«Sería una rareza que regresara, ellos ya tuvieron su mal sabor de boca y muchos de ellos hasta perdieron su dinero en depósitos que dieron de enganche, que en muchos casos no se les regresó», consideró.

Sólo basta ver alrededor. Todos los edificios que sólo quedaron en estructura tienen tras de sí, dinero invertido por personas que dieron un enganche para comprar un departamento que no se construyó, refirió Loza Bazán.

También hubo casos como el del fraccionamiento La Esmeralda que vendió unidades en proyecto y no se realizó, pero lo peor es que tampoco se devolvió el dinero de los inversionistas que supera los 4 millones de dólares, y los afectados aún esperan que las autoridades intervengan para que su dinero les sea devuelto, explicó.

Detalló que ciudades como San Miguel de Allende en Guanajuato, Ajijic en Chapala, Jalisco; Huatulco en Oaxaca y Cancún en Quintana Roo, no solamente han sabido atraer al consumidor americano y canadiense sino que se llenaron de infraestructura, tienen amenidades no sólo dentro de los fraccionamientos sino también en la ciudad, equipamiento urbano, transporte de primera, cosas de las que adolece éste destino.

«El turista inmobiliario no solo va a venir a pasar todo el día mirando la playa, necesitan otras cosas que hacer, que por desgracia aquí no tenemos», aseveró.

También nos hemos quedado cortos en la prestación de servicios médicos dirigidos a los «baby boomers», hay lugares en el Sur de México donde los complejos de condominios o zonas residenciales cuentan con una clínica propia dentro del lugar que ofrecen los servios que requieren los retirados.

Aunado a ello, refiere, la infraestructura carretera es mala, sólo basta mencionar Popotla, «la carretera de la muerte» como se le conoce a ese tramo carretero e incluso el propio Puerto Nuevo, que no se sabe ni como estacionarse en el sitio por la falta del orden que impera, y que decir de la zona turística de Rosarito que luce desolada ante el cierre masivo de lugares de esparcimiento y para rematar existe una contaminación visual en la ciudad, es decir, las fachadas son viejas, sucias que distan mucho de la imagen que se quiere ofrecer. Eso lo que se ofrece al inversionista.

Miles de millones de dólares se perderán, en este año cuando inicia el llamado fenómeno de los «baby boomers» con la primera tanda de las personas que nacieron en 1946 y se retiran en este tiempo.

Fuente;
http://www.frontera.info/EdicionEnLinea/Notas/Noticias/26022012/575328.aspx

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