Delfín varado en Cancún regresa a su habitad natural
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) reintegró a su hábitat a un Delfín (Steno bredanensis) hembra en Isla Mujeres, Quintana Roo, la cual quedó varada el pasado 31 de marzo en la zona Hotelera de Cancún.
Inspectores de la PROFEPA trasladaron al mamífero a mar abierto, aproximadamente dos millas náuticas de distancia de la playa, donde procedieron a su liberación.
El Delfín, de aproximadamente 25 años de edad, quedó varado en la zona hotelera de Cancún, por lo que personal de la PROFEPA, Protección Civil, Bomberos, Policía Turística y la empresa Dolphin Discovery, llevaron a cabo las acciones de rescate del mamífero y observaron que el animal presentaba débil condición corporal e inicios de deshidratación.
Por lo anterior, especialistas de la PROFEPA y médicos veterinarios de Dolphin Discovery trasladaron al Delfín a las instalaciones de la “TORTUGRANJA”, ubicado en el municipio de Isla Mujeres, debido a que cuenta con lo necesario para la adecuada atención de dicho mamífero marino.
En los primeros estudios (toma de muestras sanguíneas y ultra sonido) se determinó una infección renal y deshidratación; posteriormente, el animal presentó falla renal, cistitis de posible origen bacteriano, así como la presencia de cálculos en el riñón.
Por ello, los especialistas iniciaron una terapia antibiótica, supervisión y monitoreo del ejemplar marino, donde se le proporcionó alimentación asistida durante los primeros 4 días, lo que tuvo un resultado positivo, porque empezó a responder e incrementar su apetito de 1kg a 7.25kg de pescado, esto en su etapa de recuperación.
Es importante señalar que el ejemplar tuvo cuidado médico y atención especializada las 24 horas del día. Se tomaron muestras sanguíneas cada 2 días para su valoración.
Antes de su reintegro a su hábitat el ejemplar ya consumía aproximadamente 12kg diarios de pescado (Arenque, capelin y calamar), y le fueron suspendidos los medicamentos.
Toda vez que el Delfín recuperó fuerza y peso se tomó las decisión de su liberación, por lo que se le colocó un radio localizador para monitorear sus movimientos (durante un periodo de tres meses), tiempo que dura la batería del localizador y dar seguimiento a su comportamiento en vida libre, debido a que estuvo en cautiverio durante un periodo de 30 días.