Cicuta del Caribe: ¿Recesión a la vista?

Carlos Águila Arreola
El panorama económico empeora: la inflación fuera de control —pese a lo que reporten las autoridades, solo hay que preguntar en supermercados, tianguis o tiendas, donde el común denominador es el que cada vez se compra menos con la misma cantidad de dinero—, en especial con productos y/o alimentos básicos para la dieta del mexicano, y ahora el riesgo de la depresión.

En el panorama global, un duro reto: el Instituto de Finanzas Internacionales (IFF, por sus siglas en inglés) redujo a la mitad las expectativas de crecimiento para este año; pasó de 4.6 a 2.3 por ciento para el producto interno bruto (PIB) mundial, lo que eleva el riesgo de que la economía mundial enfrenta una recesión o un estancamiento peor a lo que ya se está registrando.

Hoy, está claro que el confinamiento va quedando atrás; sin embargo, si cree que los estragos del virus de la covid-19 ya pasaron, está muy equivocado porque no se descartan nuevas olas en el futuro; además, los confinamientos en núcleos manufactureros y comerciales de China seguirán agudizando los problemas de suministro en el mundo.

Si a eso se suma el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, el resultado es la fórmula perfecta para el caos económico, que ya se refleja en los mercados con la caída de las bolsas, pero sobre todo en el bolsillo del consumidor con las elevadas inflaciones alrededor del mundo. En México, llegó a 7.4 por ciento en 2021, la más alta en 21 años, y en la primera quincena de mayo fue de 7.58.

Está comprobado que cuando el precio de un producto crece por encima de la inflación, se observan caídas en los volúmenes de compra y se transforman los hábitos del consumidor; por supuesto que el impacto varía dependiendo los productos, pero a partir del mes de julio de 2021, el hogar mexicano viene mostrando una desaceleración en su poder de compra.

Actualmente, la oferta de productos y rangos de precio están cambiando. Uno de los efectos más evidentes es que hay menor número de productos de 15 pesos o menos y cada vez son más difíciles de encontrar. Como resultado, la compra a granel (venta suelta, al menudeo) está creciendo al ser una opción económica y asequible para el poder adquisitivo del mexicano promedio.

Entre más grande es el incremento en precio, las marcas “mainstream” —cultura popular y de masas— y las propias ganan relevancia. En sentido contrario, las denominadas premium crecen, pero principalmente en categorías y productos cuyo incremento es menor a la inflación.

Eso demuestra la “presión” que el consumidor tiene en el bolsillo, y cómo en consecuencia busca comprar de forma “inteligente”. Por ejemplo, son las “familias grandes”, de cinco o más integrantes, las que, derivado de sus grandes volúmenes de compra., se ven en la necesidad de “racionalizar”.

Y lo más preocupante es que en el corto plazo se prevén incrementos históricos de 9.5 por ciento en la canasta de consumo masivo, dando paso a hábitos de crisis que equivale a ver comprando con mayor frecuencia, llevando menos unidades, lo del denominador común del que hablábamos al principio.

Previamente, desde marzo de 2020 y hasta inicios de 2022, se mantuvo un comportamiento de compra de confinamiento, y es hasta ahora que, derivado de las alzas, el consumidor empieza a mostrar compras de crisis, que equivale a ir más veces a la tienda, el súper o el tianguis.

Regresión
Cuando parecía que lo peor ya había pasado y que el mundo podía centrar todos sus esfuerzos en la recuperación de la pandemia del coronavirus, la aparición de nuevas variantes del virus, la inflación y la guerra en Ucrania le pusieron un freno a esa idea.

La lucha contra la inflación incrementa el riesgo de una recesión para fin de año, y en el caso de México es aún más preocupante porque la economía no solo no ha logrado regresar a los niveles previos a la pandemia, sino que incluso diversas variables ya muestran una nueva tendencia a la baja, como el caso de la inversión y la masa salarial real.

La economía global tiene un duro reto: el IFF redujo a la mitad las expectativas de crecimiento para 2022; la previsión para el producto interno bruto (PIB) mundial pasó de 4.6 a 2.3 por ciento, datos que elevan el riesgo de una recesión o un estancamiento.

Los especialistas del IFF destacan que el arrastre estadístico de 2021 a este año es de 1.9 puntos porcentuales, una previsión de recesión que anticipa una caída —¿oootra?— en el PIB para la segunda mitad del año, lo que deja poco margen de error y un riesgo de recesión mundial muy elevado.

Ese negativo panorama es respaldado por los distintos efectos económicos que se enfrentan en la actualidad, como la invasión y posterior guerra de Rusia a Ucrania y la ola de ómicron en China, que al parecer es más perturbadora de lo que se había previsto.

El análisis del Instituto de Finanzas Internacionales también consideró el endurecimiento de la política monetaria, específicamente las medidas aplicadas por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos… la economía enfrenta una dura prueba, y evidentemente no será fácil resolverla.

Ante ese escenario, el banco central de la economía más grande del mundo, la Fed de Estados Unidos, anunció otro incremento a su tasa de referencia de 50 puntos base, y avisó incrementos cuando sea necesario, y reducirá sus activos a partir de junio, lo que significa que bajará su emisión de liquidez para adquirir bonos en los mercados financieros.

Las demás economías tendrán que elevar sus tasas si no quieren propiciar salida de capitales, lo que provocaría la devaluación de sus propias divisas, elevando aún más sus inflaciones. Varios países tendrán que elevar las suyas debido a sus riesgos internos, como México, Argentina y Turquía, entre otros.

En México, su tasa de referencia es de 7.0 por ciento, mientras que la de Estados Unidos de apenas 1.0, con inflaciones análogas, reflejo de la mayor incertidumbre en la nación mexicana por sus instituciones débiles y un estado de derecho que con frecuencia no se respeta, así como una mayor inseguridad.

ȸ ȹ ȸ ȹ ȸ ȹ ȸ

Menudencias
La Red de Monitoreo del Sargazo advirtió que se espera un florecimiento masivo en los próximos días, lo que duplicaría el volumen de la macroalga en las costas, por lo que piden a los proveedores de servicios turísticos, y a las autoridades municipales y estatales —que por cierto hasta ahora han ignorado a la oenegé— prepararse porque el arribo se prevé de Cancún a Xcalak, lo que confirma que toda la costa del Caribe mexicano será afectada.

Aún en espera de convertirse en la “línea aérea del bienestar”, de Andrés Manuel López Obrador y su estirpe, que no de los chairos, obvio, Aeromar anunció que a partir del lunes 30 de mayo conectará a Chetumal con Cancún y Guatemala para facilitar la transportación en la Ruta Maya con aviones ATR 72-600, que tienen capacidad para 72 pasajeros, por lo que la expectativa es movilizar mensualmente a más de 3 mil pasajeros.

¿De qué tamaño es la herida que dejaron dos elecciones presidenciales que supuestamente le robaron y 18 años de campaña, que Andrés Manuel López Obrador “se muere con la suya” —como se dice coloquialmente— pese a estar viendo su fracaso en “seguridad”? El escenario aplica después de más de 118 mil homicidios dolosos y feminicidios, pero ¡no! El testarudo tabasqueño insiste en que “no vamos a cambiar la estrategia, al contrario, quienes deben reconocer que se equivocaron son nuestros adversarios”.

La Embajada de Canadá en México felicitó a las autoridades quintanarroenses, en especial a la Fiscalía General del Estado (FGE), por los resultados respecto a la ejecución de dos turistas canadienses —identificados como dos criminales buscados en su país y por la DEA estadunidense— en enero pasado en un restaurante del hotel Xcaret, y ante decenas de personas, familias en su mayoría.

Botón volver arriba