Hoteleros mexicanos dialogan sobre el Sistema de Clasificación Hotelera

En mi carácter de Presidente Nacional de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles A.C. (AMHM), organismo que representa a la hotelería de la República Mexicana, y junto con los presidentes de nuestras filiales, les saludo y agradezco su presencia este día, en el que nos reunimos para expresar la posición de los hoteleros mexicanos ante el Sistema de Clasificación Hotelera, previsto en la Ley General de Turismo del año 2009 y que aún no ha sido implementada.

Derivado de un acuerdo tomado por el Consejo Directivo Nacional de la AMHM A.C., en la reunión de trabajo celebrada el pasado 10 de septiembre de 2015, y ratificado en su junta celebrada el 10 de marzo del año en curso, me permito informarles que expresamos nuestro total desacuerdo en el esquema en el cual está previsto se implemente el referido Sistema de Clasificación Hotelera, y la intención de nuestros asociados de impugnar legalmente esta medida .México es la segunda potencia más importante en servicios de hotelería de habla hispana, sólo superada por España, y cuenta con un excelente sector hotelero del cual debemos sentirnos orgullosos.

En nuestro país contamos con 700,000 cuartos, en 20,000 establecimientos de hospedaje, lo que resulta en un promedio de 35 habitaciones por hotel. La hotelería mexicana, en su mayoría, es pequeña y mediana empresa familiar. Sin embargo hay estados de la República Mexicana cuya ocupación promedio anual no alcanza el 45% (destacan entidades como Campeche, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Durango, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Morelos, Oaxaca y Tamaulipas). Aunado a la existencia de una creciente competencia desleal, y no regulada, que viene lastimando de manera muy significativa a la hotelería nacional.

El Consejo Directivo Nacional, órgano integrado por los presidentes de nuestras asociaciones filiales, distribuidas en los diferentes estados de la República Mexicana, tomó esta determinación por considerar que dicho Sistema vulnera de manera seria a los establecimientos de hospedaje, al ver disminuida su clasificación, lo cual repercute de forma negativa en la ocupación y, por ende, en sus ingresos. Esto tomando en cuenta el difícil entorno económico mundial por el que se atraviesa actualmente. Hay que tomar en cuenta que el 85% de nuestros huéspedes es turismo nacional, y el 15% son viajeros internacionales

La tarifa promedio en México es de $1,000 por habitación, en hoteles de 3 y 4 estrellas, que es la categoría media nacional. Cuando en países europeos la tarifa promedio es de $3,000.00 en hoteles de 3 a 4 estrellas, y mientras que en Estados Unidos es de $2,500.00 por habitación en hoteles de la misma categoría.

Lo anterior nos coloca como una hotelería con precios a la tercera parte de Europa y de Estados Unidos y con una excelente calidad. Recordemos que “hace 23 años”, se acordó eliminar la clasificación hotelera, y con ello se terminó con la corrupción que este proceso implicaba.

Con una aportación superior al 8.5 por ciento del PIB nacional, el turismo fue el sector estratégico que presentó el mayor incremento en captación de divisas durante el año pasado; nuestro país pertenece a la lista de los 10 países más visitados en todo el orbe, y varios de nuestros destinos turísticos gozan de fama mundial. Esto habla de una hotelería bien preparada. Cabe mencionar que Profeco no tiene ni el 1 por ciento anual de quejas de nuestros hoteles.

Actualmente, estamos sujetos a una clasificación mucho más crítica y real, la que proporcionan nuestros huéspedes en el día a día; cuidamos mucho nuestra imagen porque sabemos que una mala recomendación en las redes sociales, a través de los globalizadores u otros medios electrónicos, pueden costarnos muchos clientes.

Cuando se preguntó a través de TripAdvisor, 93% de los viajeros contestó que los comentarios en línea influyen en sus decisiones de reserva, y el 53% aseguró que no reservará en un hotel que no tenga comentarios en línea.

Hace 7 años, se elaboró una nueva ley de turismo, sin tomar en cuenta la opinión o recomendaciones de los hoteleros. Actualmente, dicha ley no ha sido puesta en marcha primero por carecer de un reglamento y ahora estamos esperando sus lineamientos, lo cual la hace una norma desactualizada. Nos oponemos a la Clasificación Hotelera porque:

– No queremos más regulación en un sector donde actualmente se necesita cumplir con muchas normas para que funcione una empresa hotelera que es el sostén de centenares de familias mexicanas y un motivo más de clausura para nuestras empresas. A mayor regulación mayor oportunidad de corrupción. Es la realidad en la que vivimos.

– Ante esta situación ha sido clara la posición del señor presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien ha pedido a su gabinete la simplificación administrativa para la generación de empleos y para evitar la corrupción. Asimismo, estamos de acuerdo en:

1. Sí al registro nacional de turismo sin costo y no condicionado. Porque será una herramienta para contar con un censo real de los prestadores de servicios turísticos que operan en el país, y obligará a los informales a operar dentro de un marco de legalidad.

2. Se forme una Comisión Mixta para tener una mesa de trabajo, y modificar con la Sectur y las instancias competentes, la Ley General de Turismo.

3. En el caso de que se realicen visitas de cortesía a los hoteles, para establecer sus áreas de oportunidad, solicitamos que el personal que los lleve a cabo sea gente que esté calificada y certificada en la materia.

4. Quisiéramos tener una Ley General de Turismo actual y moderna que promueva la inversión y no sancione a nuestra industria, que regule sea precisa y no permita la discrecionalidad a los funcionarios, sin que esto signifique la clausura de hoteles, lo que implicaría un daño en la imagen turística de México y la pérdida de empleos.

Reiteramos nuestra disposición al diálogo con las autoridades turísticas, buscando los puntos de acuerdo que nos permitan implementar, como ya hemos expresado, un modelo actualizado y más acorde a la realidad de la hotelería mexicana, y a nuestra industria turística.

AHCPM

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