La deuda de Solidaridad, escribe Julio César Silva desde el Palco Quintanarroense

Cuando Mauricio Góngora Escalante asumió la presidencia municipal de Solidaridad hace tres años, la administración de Filiberto Martínez Méndez le heredó una deuda bancaria superior a los $800 millones y un pasivo cercano a los 400 millones con proveedores.

Solidaridad no solo dejó de ser objeto de calificaciones por parte de las empresas internacionales que evalúan las finanzas de organismos públicos y privados, sino que éstas colocaron al municipio en una “lista negra”.

Tres años después, Solidaridad tiene una deuda bancaria de poco más de $700 millones y $300 millones con proveedores. En total, el pasivo que se pretende redocumentar es de $1,030 millones de pesos, casi 200 millones menos.

El logro no ha sido sencillo, sobre todo porque el equipo que tiene a su cargo la administración municipal desde principios de marzo pasado, cuando Góngora Escalante se separó para ser candidato del PRI a la gubernatura, ha cometido errores que equivalen a darse un disparo en el pie.

Sin embargo, la asesoría externa que han recibido quienes actualmente llevan las riendas del municipio ha permitido resolver los contratiempos que ellos mismos se fabricaron al pretender que los problemas financieros de la comuna no son de su responsabilidad.

Las soluciones encontradas permiten la operatividad del Ayuntamiento aún cuando sigue sin aprobarse la contratación de la renegociación de la deuda, que ya pasó todas las aduanas que exige la tramitología, pero no la política.

Hoy en día, la renegociación de la deuda no es un tema de vida o muerte, pero su aprobación por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le daría mayor capacidad de maniobra y dejaría a la próxima administración, la que encabezará Cristina Torres, una bolsa de casi $90 millones que serían muy buenos para arrancar su gestión, especialmente cuando los siguientes dos meses y medio son los de menor recaudación del año.

Sin embargo, la alcaldesa electa promovió un amparo contra la redocumentación de la deuda, buscando evitar su contratación, aunque el juzgado de Distrito que atendió su queja le negó la suspensión definitiva.

Como todos los municipios del estado, Solidaridad necesita acciones de fondo para resolver sus problemas económicos y sus autoridades, las actuales y las siguientes, no deben activar bombas que tarde o temprano acabarían por explotarles en la cara.

Luneta

Cristina Torres, la alcaldesa electa de Solidaridad, fue síndico y también secretaria general en el trienio de Filiberto Martínez, el responsable de generar la deuda que carga actualmente el municipio.

Como síndico, Cristina Torres era la representante legal del Ayuntamiento y responsable de las cuentas públicas. Con esa calidad avaló los créditos bancarios que contrató Filiberto Martínez sin las restricciones legales que hay actualmente para endeudarse.

Twitterlandia

“A pesar de los recursos que recortaron, buscaremos las mejores opciones que convengan y fortalezcan a nuestro estado”.-  Carlos Joaquín, gobernador electo.

“Oye qué onda, apareces en la lista de Q. Roo (…) cobrando una lanota.- Samuel Berlanga a Isabel Arvide.

“No aparezco `cobrando´yo trabajé como asesora de seguridad. En los hecho no figuro”.- Isabel Arvide a Samuel Berlinga.

“Está muy escasa la dignidad”.- Cinthya Osorio de Góngora.

“Enrique Ochoa (presidente del PRI nacional) no contesta lo que le preguntas, no tiene sentido entrevistarlo, se escapa siempre, no es serio.- José Luis Porras.

julio cesar silva

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