Lamentable que AMLO no acepte venir a dialogar del tren: Córdova

Carlos Águila Arreola
Cancún.- Mientras Andrés Manuel López Obrador invitó a dialogar a Palacio Nacional a integrantes del movimiento “Sélvame del tren” y aceptaron pero en alguna parte ya devastada del tramo cinco sur, el desmonte de selva virgen entre Playa del Carmen y Tulum continúa pese a la prohibición judicial.

“Decepción que no desee entrevistarse en la zona. Entendible, pero nombrar a los ejidatarios de Jacinto Pat como representantes es manipulación. Aun así, hagámosla y la difundimos”, respondió al mandatario en un tuit el empresario e integrante del movimiento Francisco Córdova Lira.

En tanto, colectivos ambientalistas como Cenotes Urbanos documentaron que pese a la suspensión provisional de un juez, los trabajos del Tren Maya, que implican la apertura de una brecha de 70 metros de ancho en promedio en medio de la selva al poniente de Playa del Carmen, nunca se han detenido.

El desmonte corresponde al tramo cinco sur, el que se supone está suspendido por el amparo que concedió el pasado lunes el Juzgado Primero de Distrito del estado de Yucatán. Las retroexcavadoras continúan devastando desde la avenida Los Gavilanes, al poniente de la cabecera municipal de Solidaridad.

Ante la “gran opacidad” en el proyecto, sostiene el movimiento ambientalista, se desconoce si los trabajos pertenecen al tramo cinco sur o norte, “lo que es un hecho es que la maquinaria ha continuado desmontando grandes cantidades de selva durante esta misma semana”, se lee en un comunicado.

“No sabemos dónde empieza el tramo 5 sur, ni dónde termina el norte y esto es parte de la misma historia. No hay claridad ni información pública, es aterrador ver cómo se están haciendo las cosas, todo bajo la sombra. Y no se duda que vayan a continuar haciéndolo”, se añade en el documento.

La suspensión provisional otorgada por el juez primero de distrito Adrián Fernando Novelo Pérez, mandata detener los trabajos en tanto no se resuelva de fondo el juicio de amparo promovido por un grupo de espeleólogos que integran la asociación civil “Defendiendo el Derecho a un Ambiente Sano”.

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