Seguimos con el Covid-19, escribe el Dr. Baquedano

Mucho se ha hablado del Covid-19 desde su aparición a finales del 2019, siendo que hasta el momento se siguen descubriendo nuevas consecuencias de esta enfermedad.

Y como en toda crisis, nos hemos ido acostumbrando a estas condiciones de vida cometiendo el error de minimizarla o darle poca importancia.

Desde mayo del 2022 cuando las autoridades de nuestro estado determinaron que el uso del cubrebocas ya no era obligatorio, muchas personas consideraron dicha medida como indicativo de que la enfermedad había desparecido. Pero esta creencia dista mucho de la realidad.

El dejar de usar cubrebocas aunado con el silencio de las autoridades con respecto al comportamiento de la enfermedad, nos hace pensar que el Covid-19 es cosa del pasado.
Desafortunadamente, esto no es así.

Desde el mes de octubre del 2022, en nuestro estado, el Covid-19 ha presentado un incremento en el número de contagios. Dicha información la sabemos los que trabajamos en el área de la salud a nivel institucional y privado. Sin embargo, no llega al resto de la población.

Cierto es que, con la vacunación y las variantes del virus, han disminuido los casos de gravedad, por lo que en la actualidad, el estar enfermo de Covid-19 no es necesariamente un motivo de hospitalización. Aunque también, en menor grado, siguen presentándose muertes por esta enfermedad.

Y aún cuando la mortalidad ha disminuido, las complicaciones son más comunes. Entre estas complicaciones se encuentra el Long Covid, tema que desarrollé en el artículo anterior.

Lo peligroso de estas complicaciones es que se hacen presentes en cualquier edad, incluso en caso asintomáticos, además de que no son detectables a simple vista, por lo que se debe realizar un examen físico completo y estudios de laboratorio.

Es común ver pacientes, que se contagiaron durante la pandemia, con problemas respiratorios, cardiacos, descontroles hipertensivos, alteraciones renales, neurológicas o musculares, que les quedaron como secuelas de la enfermedad.

Como podemos darnos cuenta, el Covid-19 llegó para quedarse entre nosotros, de manera tal que los cuidados que implementamos durante los puntos álgidos de la pandemia, deberían seguirse llevando a la práctica.

Si somos observadores, en lo cotidiano del día a día vemos que existen transportes públicos de tipo colectivo con hacinamiento y sin cubrebocas. Lo mismo sucede en eventos deportivos, actividades culturales, sociales y religiosas. Lo más grave de esto, es ver personas con síntomas respiratorios que no tienen el menor cuidado preventivo, sin uso de cubrebocas, sin estornudar de forma gentil (poniendo el antebrazo en la boca al momento de estornudar) o lavándose las manos con frecuencia.

De hecho, en la actualidad, son muchos los lugares que ya no tienen gel de alcohol como medida preventiva para la higiene de manos.

Mi perspectiva de médico, me hace ver la situación de manera diferente a como la ven las personas que no tienen conocimientos en medicina, y sin ser catastrófico, puede preverse una nueva ola de contagios que en consecuencia trastornará nuestra vida habitual.

Este incremento de casos puede ser favorecido por las fiestas de fin de año, que se caracterizan por una proximidad y euforia que nos hace olvidarnos de las medidas preventivas de la enfermedad.

No caigamos en el error de pensar que el Covid-19 es un simple catarro, pues aún siguen falleciendo pacientes por esta enfermedad y muchos más presentan complicaciones de difícil control.

Por consiguiente, mi recomendación es que si cursas con síntomas respiratorios como flujo nasal, cefalea, estornudos, dolor de cuerpo y cabeza, te hagas una prueba rápida de Covid-19 a fin de aislarte y evitar más contagios.

Cierto es que, en esta temporada de fin de año, estamos encontrado cuadros respiratorios en los cuales, la Influenza, el Virus Sincitial Respiratorio y el Covid-19 tienen características sintomatológicas similares, es por eso que, ante la duda, la recomendación es hacerse la prueba rápida de Covid-19 en los primeros 5 días del inicio.

El aislamiento y las medidas preventivas como el uso de cubrebocas, lavado de manos y sana distancia siguen siendo la mejor manera de evitar que la enfermedad se propague, formando así una nueva ola epidemiológica.

Desafortunadamente, el Covid-19 no ha desparecido y no creo que desaparezca pronto, de manera tal que debemos redoblar esfuerzos, cuidarnos, cuidar a los demás y tenerle el debido respeto a esta enfermedad.

En cuanto se nos indique, es necesario continuar con los esquemas de vacunación de Covid-19. Debemos aplicarnos las vacunas sin temor, sin hacer caso de los comentarios que se publican en las redes sociales y en los ciberespacios y mejor aún, evitemos propagar estos rumores. Es necesario y una obligación moral y de responsabilidad favorecer que nuestra familia y comunidad, se apliquen las vacunas.

No bajemos la guardia. Mantengámonos alertas. Prevengamos, cuidémonos y cuidemos a los demás.

Así mismo, no olvides que la automedicación es la peor decisión que puedes tomar en caso de una enfermedad. Deja tu salud en manos de los expertos.

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