Armando Cázares Ruiz desde el Pitcher Plate

El clásico entre los Diablos Rojos del México y los Tigres ahora de Quintana Roo se mantiene tan vivo como desde su nacimiento y para corroborarlo no hace falta más que ver lo que se vivió en las dos series de esta temporada 2016. Donde dicho sea de paso los cancunences se agenciaron ambas series 2 juegos por uno y donde todos los juegos fueron sumamente cerrados y peleados hasta el último out.

Es una realidad que los aficionados de estos dos  equipos se subliman se complementan; las dos novenas mas ganadoras de títulos de la Liga Mexicana de Beisbol se enfrentan año con año y los Tigres según su propietario el Ingeniero Carlos Peralta, van por alcanzar a los Diablos en el numero de campeonatos; Tigres cuenta con 12 gallardetes mientras que el México Rojo es el máximo ganador con 16;  el ambiente es único e inigualable en la gradería; porras de un lado; porras de otro lado; banderines rojos con blanco; banderines azules o negros con naranja del otro lado; resalta el vocabulario altisonante entre aficionados que defienden con todo los colores de sus jerseys.

Ni que decir en el terreno de juego; los peloteros en verdad se la rifan y dan todo lo que tiene en estos encuentros; hemos visto realmente jugadas de grandes ligas cuando el México Rojo y los Tigres de Quintana Roo se enfrentan; en el último juego en Cancún hemos visto un jugandón del italiano Alex Liddi que se lanza de cabeza por la pelota, la detiene; se levanta y saca el out en primera de una manera espectacular; por el otro lado el capitán de los Diablos Rojos Ivan Terrazas se avienta de cabeza en el jardín izquierdo por una línea del “Vaquero” Iker Franco haciendo un atrapadón de antología y así como ese par de jugadas vimos muchas en lo que fue la ex guerra civil 2016.

Tan es así que los fanáticos de ambas novenas salen satisfechas de los estadios; en donde el juego pudo ser ganado por cualquiera de las dos novenas; sin embargo y para el beneplácito de los peninsulares la balanza se inclino para los pupilos de Carlos Peralta y fieras que le acompañan; no importa que el Tigres estuviera en mejor posición en cuanto al standing se refiere y que el México estuviera fuera de la clasificación (si se hubiera acabado la temporada) los juegos fueron simple y sencillamente espectaculares; de poder a poder y donde todo está permitido……excepto perder!!

Cancún se ha consolidado con el equipo que naciera campeón en el ya lejano año de 1955; cada vez es más arropado por la joven ciudad paradisiaca; en esta serie fue espectacular ver como las porras apagaban a los valientes “chilangos” vestidos de rojo que se aventuraron a presenciar el juego en la jaula felina; hay que reconocer que aunque eran pocos “pingos” la porra del México hacia ruido; inmediatamente entraban las porras felinas aplacando el suave murmullo en que se convertía la porra escarlata, lo mejor de todo es que en el Rey de los Deportes se sigue viviendo esa gran rivalidad y se puede convivir sanamente con el odiado rival (deportivamente hablando) y donde al final de juego se reconoce que el otro equipo fue mejor y no pasa nada de disturbios ni de improperios, muy bien por ambas aficiones.

El clásico del beisbol de la Liga Mexicana de Beisbol está más vivo que nunca; estas dos novenas se complementan y se odian entre sí; los aficionados disfrutan mas esta serie que inclusive los campeonatos; el éxtasis beisbolero en lo que al verano se refiere  para los dos equipos; es coronarse ante el odiado rival; de eso que no quede la menor de las dudas.

Un saludo desde el paraíso.

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