Entrega Oliver Fabro reconocimiento al operador del taxi donde nació Adda Vanessa

Oliver Fabro reconocimiento

Cancún, Q. Roo.-  Un merecido reconocimiento a su eficacia y calidad humana en el servicio, además de un incentivo en vales de gasolina, recibió el taxista Luis Fernando Canché Chí, hoy al medio día, de manos del secretario general del Sindicato de Taxistas de Cancún “Andrés Quintana Roo”, Oliver Fabro; en cuya unidad con número económico 3387 nació en días pasados la pequeña Adda con ayuda de paramédicos, justo cuando llegaba a las puertas del Hospital General de esta ciudad.

El socio operador con gafete 23348 y más de 12 años de trabajo, acudió a las oficinas generales del líder taxista a invitación expresa del mismo, para recibir una efusiva felicitación de Oliver Fabro y de sus colaboradores,  al momento en que se refirió a éste como un ejemplo de calidad humana, de un prestador de servicio que protege al usuario y que son cosas que  antes no se tomaban en cuenta, pero que hoy en día se procura distinguir esta labor como parte del cambio de imagen que pretende este gremio desde su interior.

Oliver Fabro resaltó la importancia de inculcar este espíritu de servicio entre los compañeros e reiteró su satisfacción por la disponibilidad del operador para brindar ayuda al usuario, sobre todo cuando está de por medio la vida misma y que es por este valiente y noble hecho, que enorgullece a quienes formamos parte de esta gran familia, concluyó.

Por su parte, Don Luis Canché se mostró agradecido con la distinción y añadió que, ciertamente “… la opinión pública ha denigrado al gremio taxista por culpa de algunos malos elementos que incurren en hechos delictivos, pero que no se reconoce que son la mayoría los que trabajan honradamente y siempre tratan de echarle la mano al pasajero”

Canché Chi recordó que apenas unos días antes de que la joven madre Sugey diera a luz en el asiento trasero de su unidad, justo al momento de llegar al hospital general; ya había auxiliado a un matrimonio de edad que recogió precisamente por la Región 75 donde se ubica su domicilio, y que en ese momento notó que llevaban a un bebé de meses que se encontraba inerte y cubierto con una cobija, por lo que se tomó el atrevimiento de estacionarse y observar de cerca a la niña y ante la angustia de los humildes padres les sugirió soplarle la nariz a la infante, pero ante su pasividad decidió tomar a la bebé y hacerlo por sí mismo, enfilándose de inmediato a ese mismo hospital, aunque en esa ocasión pudo percatarse que la criatura recuperaba movimiento a la altura de “El Crucero”, por lo que respiró aliviado y llegó a tiempo para su atención médica.

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