Cambio de reglas de juego, escribe Luciano Núñez; No era penal

Las reglas del futbol han ido modificándose a lo largo de su historia. Las dimensiones de la portería, la famosa ley del offside, el tipo de balones con los que se juega, la vestimenta de los árbitros y hasta la utilización de tecnología para dar certeza a sentencias complicadas del árbitro. Todo ha hecho que el futbol sea lo que es y el balón siga rodando con la básica premisa de meter gol, de sentir emociones y vivir 90 minutos de entretenimiento. En el plano político mundial, el más rudo de todos los líderes, Donald Trump, ha decido cambiar las reglas del juego con respecto a la migración y las alianzas comerciales; eso sí, respaldado por el voto de millones de norteamericanos que así lo decidieron, y valga decirlo, millones de latinos que votaron por él, como pasó en uno de los estados más hispanos: Florida.

En el futbol como en la política, cambien o no las reglas, el juego debe seguir, porque a todos nos apasionan los partidos, los retos y ganar. Decía mi tío Dardo que el buen estratega, no sólo debe ver cómo para el equipo el contrario, sino apostar a lo que hacen sus dirigidos en terreno propio. Salvo que se tenga a Messi como adversario, hay pocos jugadores que obligan a trabajar en función del otro, como poner marcas especiales o formaciones ad oc.

Cumple Trump a sus electores

En este caso, Trump ha apostado a cumplir a quienes votaron por él y les prometió una pared. Está haciendo que su frontera sea más selectiva y, a decir verdad, lo está cumpliendo. Quizás nos hemos acostumbrado a que el discurso político vaya por una banda y la acción por la otra. Mientras Peña Nieto dijo que bajarían los precios de la energía, hemos visto todo lo contario. Este jugador, verborrágico y prepotente, así como va, demostró que apostará no a ganarse el otro lado de la tribuna, sino a consolidar lo que lo llevó al triunfo, aunque con un escenario vastamente dividido. No quisiera con esto estar de acuerdo con ninguna medida emergida de la loca cabeza de este magnate devenido en presidente de la nación más poderosa, pero si vamos a ver los manuales, está cumpliendo con la táctica que planteó desde el inicio y que lo llevó a la victoria. Sigue agradando al norteamericano racista y bélico.

En el futbol los jugadores que meten el pie fuerte, con extrema rudeza y mala intención, siempre salen lastimados. Es un karma y una ley no escrita.  

Jugar el partido propio

Ahora bien, ¿qué hacer frente a este nuevo escenario?: Simplemente jugar un partido diferente, desde nuestros trabajos, desde nuestros hogares, desde los campos a las ciudades, desde lo poco a lo mucho, y desde lo tangible a lo intangible. El pensar que el lugar de confort seguiría para siempre, es pretender que la tierra deje de girar. Habrá macro-políticas que nos obligarán a reaccionar de otra manera, pero la dinámica diaria, la de todos los días, también nos dice que estamos iniciando una nueva época, un partido nunca antes jugado que deberá generar una transformación en cada uno. Porque el problema está de este lado del campo y tenemos forma de resolverlo. Aunque en el fútbol como en la política las reglas hayan cambiado, el balón sigue rodando. Y la estrategia es simple: meter gol y defender para que no lloremos en casa.

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