Explican a estudiantes límites del “coqueteo” en Cancún

Cancún, Q. Roo, México, 28 enero 2021.- La Comisión de Igualdad de la Universidad del Caribe dio a conocer que, con base en las respuestas de la Encuesta de Satisfacción Estudiantil, realizó un análisis sobre el status del fenómeno de acoso y hostigamiento sexual al interior de la institución.

Durante el conversatorio virtual que se realiza los días 25 de cada mes, para dialogar sobre estos temas con el estudiantado de la Unicaribe, la coordinadora de la Comisión de Igualdad, Ing. Celina Izquierdo, informó que se realizó una sistematización de lo reportado en la Encuesta de Satisfacción estudiantil sobre situaciones de acoso y hostigamiento sexual.

Consideró importante que el estudiantado sepa que sus respuestas fueron tomadas en cuenta y reportadas a las jefaturas de los distintos Departamento Académicos, con el objetivo de que el profesorado tome conciencia del fenómeno y actúe para prevenirlo, ya que su papel es poner límites y no ser permisivo.

Entre los datos relevantes, la Coordinadora de la Comisión de Igualdad señaló que, debido al aislamiento social por la pandemia de Covid-19, disminuyeron los reportes de contacto físico no deseado, pero aumentaron los de acoso virtual.

Recordó que la Universidad del Caribe es una de las pocas instituciones de educación en el país que cuenta con un Procedimiento para la atención de casos de Acoso y Hostigamiento Sexual, el cual atendió durante 2020 dos casos que fueron sancionados con bajas temporales; dos de hostigamiento que merecieron rescisiones de contratos y una revisión que también se sancionó con baja temporal.

“Todas y todos quienes tenemos el nivel de universitarios, sabemos que tenemos una construcción legal que nos impide que una denuncia en redes sociales tenga repercusiones punitivas”, explicó. Para ello, agregó, se cuenta con procedimientos que permiten evaluar los casos, definir medidas precautorias y en su caso aplicar sanciones. “La Universidad estaría violando derechos si actuara sin protocolos”, señaló.

Insistió que el procedimiento actual no contiene careos y que la Universidad del Caribe se mantiene abierta a aclarar dudas, a escuchar problemáticas, actuar en la legalidad estableciendo reglas claras en las relaciones interpersonales y sanciones en caso de abusos.

Consideró que los fenómenos de acoso y hostigamiento sexual, deben ser tratados de manera horizontal y generar un tejido estudiantil y social, que permita saber a toda la comunidad universitaria que dichas formas de violencia no son toleradas y habrá sanciones para quienes las practiquen.
Acoso y hostigamiento sexual en instituciones educativas.

Durante el conversatorio virtual que ofreció desde la cuenta de Facebook de la Universidad del Caribe, Cecilia Lavalle, autora de tres libros sobre participación política de las mujeres, conferencista y capacitadora en género y política, señaló que aún cuando también hay hombres víctimas de acoso y hostigamiento sexual, los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), demuestra que 9 de cada 10 víctimas son mujeres.

La encuesta publicada en 2017, revela que en México, 1 de cada 10 jóvenes fue agredida en su bachillerato o universidad; cada 8 minutos, una joven se queja de hostigamiento sexual por parte de sus maestros, quienes exigen sexo a cambio de una buena calificación y cada hora, una estudiante es violada en sus centros de estudio.

“No es un coqueteo mutuo”
El acoso sexual se da entre personas del mismo nivel, como compañeros y compañeras de trabajo o de cursos académicos; mientras que el hostigamiento sexual ocurre cuando el agresor es un superior, con rango jerárquico real o simbólico, como un profesor, un jefe, un sacerdote, un entrenador o un psicólogo y generalmente involucran sanciones o beneficios, en caso de que la víctima acepte o no su propuesta.

Señaló que tanto el acoso como el hostigamiento sexual son acciones no deseadas, no bienvenidas y no recíprocas, es decir, las víctimas no sienten placer o agrado en recibir esas manifestaciones o aproximaciones. “No es un coqueteo mutuo”.

Resaltó que los agresores no suelen admitir que actúan intencionalmente para atentar contra la dignidad e integridad de sus víctimas y fingen que se trata de un “confusión” o un “mal entendido”. Enfatizó que mientras a los varones se les excusa, a las víctimas se les culpa. “No es tu culpa. No es que lo provoques. No es la falda ni el cuello escotado”, afirmó.

El límite entre el cortejo y el acoso
Ante las inquietudes de muchos jóvenes sobre como coquetear con una chica sin que se interprete como acoso, la especialista los invitó a poner atención en su lenguaje corporal y verbal; es decir, si responde con sonrisas y agrado a los halagos o no se pone tensa ante el contacto físico, significa que dichas manifestaciones son deseadas y bienvenidas.

Sin embargo, alertó sobre los piropos, sobre todo aquellos que hacen alusión a partes del cuerpo de las mujeres, ya que constituyen una forma de agresión verbal que por lo general provocan sentimientos de humillación en las mujeres y puede considerarse como acoso.

Urgió a los varones a desaprender el concepto de “conquistar” a una mujer, porque no se trata de una guerra. “A los hombres hay que quitarles la idea de avasallar en el amor, de conquistar”.

Finalmente, advirtió que en el caso de violencia contra las mujeres, “o tomas postura o eres cómplice… los hombres y las autoridades deben tomar postura”, así como acciones para erradicarla.

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