“Dos caras de una misma moneda”, el mensaje dominical del Obispo Pedro Pablo Elizondo

Mensaje dominical

15º domingo del tiempo ordinario

Domingo 17 de julio de 2016

Queridos hermanos y hermanas

  1. La vida cristiana tiene dos dimensiones. Martha y María son el prototipo de estas dos dimensiones. María escuchando, sentada tranquilamente la Palabra de Dios a los pies del maestro y Martha afanada, preocupada por servir por preparar una cosa u otra para atender al huésped. Así nos pasa en la vida cristiana. Por un lado los que están orando, reflexionando contemplando y por otro lado los que están actuando, sirviendo, haciendo. Son las dos dimensiones que son la cara de una misma moneda. Son los dos remos de la misma barca. Son los dos pulmones con los que respira la vida cristiana. No podemos lanzarnos a la acción sin previa reflexión. Sopena de equivocarnos. No podemos empeñarnos en la lucha sin la fuerza de la oración que nos sostenga. Cuando Moisés en oración bajaba los brazos, el ejército de Israel perdía la batalla. Tampoco podemos quedarnos, en la contemplación pasiva de los dogmas y de las enseñanzas de Jesús. Es necesario llevarlos a la práctica. Obras son amores y no buenas razones. Contemplación y acción, reflexión y lucha, oración y servicio. Cuando nos dedicamos sólo a contemplar y nos quedamos en la pura contemplación y no practicamos lo que contemplamos no practicamos la Palabra de Dios. Cuando nos quedamos sólo en la acción, nos olvidamos, de orar, de ofrecer nuestro trabajo, nuestro servicio y entonces poco a poco nos cansamos y nos aburrimos.
  2. Orar es la mejor parte, porque necesitamos esa oración, esa meditación, ese silencio. Necesitamos hacer espacios a nuestra vida para poder orar, meditar, reflexionar que es lo que Dios quiere, que es lo que nos conviene, que es lo que Dios nos está pidiendo. Porque si no reflexionamos, vamos a actuar precipitadamente y vamos a equivocarnos y a cometer muchos errores o a cansarnos de estar en ese activismo, en ese estrés, en ese acelere que no nos deja recobrar la paz, la tranquilidad. Oración y acción, reflexión y lucha, contemplación y servicio.
  3. Pero hoy día tal vez nos hace mucha falta la oración, más que la acción. Porque estamos muy acelerados, muy estresados, muy preocupados y muy distraídos por tantos ruidos, por tantos aparatos, por tantos dispositivos: la radio, la televisión, el IPod, el celular, el WhatsApp, todo eso no nos deja estar en calma. Si queremos resolver los problemas, si queremos ser buenos cristianos, tenemos que hacer oración. Pidámosle al Señor que nos enseñe a orar y a contemplar.

 

obispo pedro pablo

Pedro Pablo Elizondo Cárdenas L.C.

Obispo Prelado de Cancún-Chetumal

Botón volver arriba