Ni iluminados ni improvisados, escribe Julio César Silva desde el Palco

 

México ha corrido a trompicones en la autopista de la ya eterna transición que hasta ahora se ha reducido a una alternancia de partidos políticos en el poder.

No ha habido esas reformas estructurales, la refundación del país sobre las bases de una nueva forma de ejercicio del poder.

Lo más que ha ocurrido es acotar el poder presidencial con acciones que incluyen inhibir la presencia del Presidente –de Ernesto Zedillo hasta Enrique Peña Nieto- de foros como el del Congreso de la Unión, lo cual empezó a generarse por las fobias de grupos radicales de izquierda que privilegian el escándalo y la ofensa por encima del diálogo.

El país ya no puede darse el lujo de seguir transitando en ese mar de desavenencias, de rencores, de fobias e intereses de grupo que comprometen el futuro de México. Desafortunadamente muchos de los protagonistas vigentes forman parte de una generación que lleva 24 años en el poder, más de dos décadas en los que no han sido capaces de ponerse de acuerdo en un proyecto de nación sólido.

Solo hemos visto parches sexenales, decálogos con los que se intentan sortear crisis recurrentes, pero nada sólido, nada que pueda tener continuidad sin importar los colores partidistas que lleguen a Los Pinos.

La presidencia de la República, como los otros puestos de elección que estarán en disputa el próximo año, no debe ser para el más ocurrente. Tampoco para el que propale los insultos más estruendosos como para arrancar la hilaridad de los votantes, no es para improvisados, menos para iluminados que buscan monopolizar la razón, aunque todo mundo los considere desquiciados.

Los puestos de elección tienen que ser para los inteligentes, los conciliadores, para aquellos que generen soluciones, que den respuestas, para aquellos que garanticen ejercer de manera profesional y eficiente el gobierno y no para los únicamente garanticen ganar campañas.

De esos ha habido muchos. Quintana Roo, como otras partes del país, han vivido amargas experiencias por apostarle a los “iluminados” que terminan siendo un desastre en la administración pública.

La vía independiente es una opción que tienen los ciudadanos para acceder al poder, sin pasar por la aduana de los partidos. Y es una alternativa que también pretenden usar los “iluminados”, los sin razón, aquellos que critican todo pero no aportan nada.

En el plano federal, el domingo próximo concluirá el período para el registro de las precandidaturas independientes a la presidencia de la República. Se espera la inscripción de por lo menos diez aspirantes. Ya lo hizo el polémico empresario Carlos Mimenza, una de esas figuras cíclicas que se creen iluminadas, tocadas por un haz de la divinidad que de pronto lo hizo santo.

A partir del domingo, los aspirantes independientes tienen hasta febrero para conseguir el apoyo del 1% de los votantes en por lo menos 16 entidades, es decir, alrededor de 860,000.

En la lista de aspirantes independientes hay personajes honorables, bien preparadas, gente bien intencionada. También los hay políticos que buscan reciclarse por esa vía y también los “iluminados” como Mimenza.

No hay manera de que la opción de Mimenza crezca en el plano nacional. Es un personaje limitado, que ha cobrado notoriedad por la manera escandalosa con el que maneja y manipula datos falsos.

Sin embargo, es muestra de cómo las ambiciones llegan a niveles extremos.

En la disputa de las presidencias municipales de Quintana Roo aparecerán personajes cortados por la misma tijera. Habrá que cuidarse de ellos.

No porque se rasguen las vestiduras, no porque sus críticas al poder establecido suenen a valentía representan el interés genuino de la población.

Son los iluminados, los improvisados que tienen gato encerrado. ¿Cuidado con ellos!

Platea

La gira que realiza el gobernador Carlos Joaquín González a Estados Unidos sirve para tomar los cuernos los problemas de imagen que ha tenido el estado en materia de inseguridad.

La importancia que tiene Quintana Roo para el país exige que su líder político salga a dar la cara para reposicionar al destino turístico en los mejores planos, combatir la incertidumbre que puede haber entre los potenciales visitantes por la información que les llega de los hechos violentos que se han registrado en Cancún y Playa del Carmen, fundamentalmente.

La gira se planteó de manera estratégica en los tiempos exactos, a tiempo, antes de que se realice el Travel Mart de Cancún y del arranque de la temporada alta de turismo, a fines de diciembre próximo.

De manera interna también habrá que trabajar en mejorar la percepción en materia de seguridad. Ese es el principal reto, una vez que se conseguido reconstruir y equipar a la policía estatal, a la que entre otras cosas se le ha dotado de un centro de operaciones en Cancún, del que siempre careció.

 

Correo: jsilva@palcoquintanarroense.com.mx

Twitter: @JulioCsarSilva | @PalcoQR

 

 

 

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