Una dulce muerte opina el doctor Baquedano

En la actualidad, es muy común que las personas consuman grandes cantidades de azúcar sin darse cuenta, pues es parte de sus hábitos alimenticios que tienen por costumbre o deleite. Sin embargo, dicha situación que pone en riesgo su salud y la podemos observar tanto en niños, como en adultos, ancianos y en cualquier estrato social.

El azúcar es una gran fuente de energía para el cuerpo, pero consumida en dosis excesivas resulta un dulce veneno, el cual puede provocar enfermedades como la obesidad en sus diferentes grados, Diabetes Mellitus y elevación de los triglicéridos entre otras.

En cierta ocasión le pregunté a un paciente que tenía alteraciones de glucosa en sus estudios de laboratorio cuántos refrescos consume al día. El me respondió que se tomaba casi 2 litros de refresco diario.

Si analizamos la cantidad ingerida con respecto al azúcar que contiene, obtenemos lo siguiente: Los refrescos de cola en un envase de 600ml tienen aproximadamente  12 cucharadas de azúcar (que corresponden a 63 gramos aproximadamente) que equivalen a 252 kilo-calorías (Kcal). Haciendo las sumatorias, el paciente mencionado está consumiendo unas 40 cucharadas de azúcar (310 gramos) y un total aproximado de 833 Kcal. Añadido a eso ¿quién toma refresco solamente? La mayoría de las veces es acompañado de frituras, galletas, panes (azúcares refinados) o alimentos ricos en carbohidratos que pueden incrementar hasta en un 50% más el consumo de azúcar en el día.

La necesidad calórica diaria aproximada en un adulto oscila entre las 1500 y 2000 kcal. El consumo de 2 litros de refresco cubre la mitad de lo necesario para el día.

Y es que hay refrescos más dulces que los de cola. Es cuestión de ver los contenidos calóricos en las etiquetas (que la mayoría de las veces son poco claras para el consumidor). Considero importante que las autoridades en materia de salud que se encargan de legislar el etiquetado de estos productos, exijan a los fabricantes que especifiquen de forma clara y entendible la cantidad de azúcar que contienen estos productos y que dejen de poner leyendas raras que la mayoría de las personas no entendemos.

Es común que en un día caluroso o cuando tienes sed, al momento de elegir una bebida prefieras una azucarada que agua simple ¿por qué? La respuesta es sencilla, se genera una adicción o necesidad a consumir bebidas dulces cuando éstas se utilizan de forma común. Y después de un tiempo de consumo, es necesario consumir más cantidad de azúcar para satisfacer está necesidad. Por eso algunos autores la llaman la dulce adicción.

Sigamos con otros ejemplos. Un alimento favorito de los niños (y de muchos adultos) es el cereal para el desayuno o cena. Una porción de cereal azucarado de maíz de aproximadamente 80 gramos contiene 32 gramos de azúcar que equivale a 6.4 cucharadas. Una práctica común es que los niños se sirven su taza de cereal con leche. Al terminar, queda leche en la taza por lo que se sirven una nueva porción, e incluso, al terminar está porción continúan comiendo el cereal de la caja como botana. Luego entonces, en una comida, los niños pueden comer hasta 64 gramos de azúcar (12.5 cucharadas) siempre y cuando no le hayan puesto a su cereal, fruta o confituras.

Recomiendo que sean los adultos quienes sirvan la porción de cereal a los niños. Después de servir, retirar de la mesa el cereal y la leche y no dar una segunda porción. Probablemente el niño manifestará no haberse llenado, pero después de unos minutos, ya se sentirá satisfecho y se le habrán quitado las ganas de seguir comiendo. Pasado un tiempo de practicar está rutina, el niño e incluso los adultos podrán sentirse saciados con una sola porción de cereal. Tampoco es recomendable comer más de 2 veces cereal al día. Es mejor comer el cereal integral o simple que aquel que es rico en azúcar o con sabor a chocolate.

Otro ejemplo que puedo describir es la cantidad de azúcar que contienen las galletas de chocolate con contenido cremoso en medio. Un paquete de 100 gramos aporta 506 Kcal y aproximadamente 1 cucharada de azúcar por galleta, además tienen un alto contenido de grasas que favorecen el incremento de colesterol y triglicéridos en la sangre.

¿Muchos números verdad? Y lo más curioso del caso es que estos datos se encuentran en las envolturas de los productos.

Comer  unas galletas de chocolate con un refresco de cola te aporta un total de 18 cucharadas de azúcar (aproximadamente 140 gramos). Una delicia muy peligrosa.

El azúcar no es mala, como dije al inicio es un excelente aporte de energía para nuestro organismo, el problema es el exceso y no considerar que el azúcar está no sólo en los refrescos y galletas, sino también en las frutas, en verduras (como la remolacha o betabel que es una de las más dulces) y que cuando se hace la sumatoria al final del día se han consumido gran cantidad de gramos de azúcar.

Afortunadamente, en la actualidad existen sustitutos de azúcar que se pueden consumir sin problemas como el aspartame, la estevia o la sucralosa, endulcolorantes libres de calorías. Es cierto que existen muchos mitos y mentiras en las redes sociales sobre estos productos, pero cuando son usados adecuadamente pueden ser una excelente alternativa para disminuir el consumo de azúcar.

No permitas que el azúcar que endulza tu vida se convierta en un amargo futuro. Revisa las etiquetas de los productos, se prudente en su consumo y acompaña todo esto con una dieta balanceada y ejercicio.

 

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