Inequidad: El partido a ganar, escribe Luciano Núñez

En la vida, como en el campo de fútbol, siempre hay un partido esperando. Partidos en los que se miden calidades técnicas, lealtades, fuerzas, estrategias, espíritu de equipo; partidos que también nos dicen algo: se puede o no se puede ganar. Y hay partidos que son clave: si no se ganan no hay campeonato y ahí se termina la temporada. Quintana Roo tiene un partido muy importante que jugar y está obligado a ganar: el partido contra la pobreza, la corrupción y la desigualdad.

Los indicadores no son buenos en ese tema tan crucial para el verdadero crecimiento de un estado y de una nación. Las últimas cifras de Coneval, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, organismo que mide la pobreza en México, dice que sólo el 23 por ciento de la población no tiene problemas económicos, es decir: no es pobre. El resto de la población presenta problemas serios que van desde la pobreza extrema, pobreza, o carencias sociales o de ingreso. Es decir, casi el 80 por ciento de la población vive con pobreza o alguna carencia, que puede ser desde económica, alimenticia, educativa, de salud, cultural o de vivienda. No hay ninguna razón, ni lógica para que un estado con tal riqueza presente dichas cifras. No hay otra respuesta más que la corrupción se come lo que deben comer los pobres, aquellos jugadores que siempre están en la banca esperando un centro, un balón que nunca llega a la banda.

Analizando las razones de tal desigualdad; creo que pasa lo que está pasado en el mundo: la riqueza se contra en pocos, cada vez más pocos. Forbes publicó que el 50 por ciento de la riqueza del mundo está en manos de las 62 personas más acaudaladas, entre las que, claro está, figura nuestro número 1: Carlos Slim. El otro dato es que 53 de estas personas son hombres. 7.6 billones de dólares en manos de 62. Al mismo tiempo, la riqueza en manos de la mitad más pobre de la humanidad se ha reducido en un billón de dólares a lo largo de los últimos cinco años.

Inequidad mundial alarmante

Un dato más que alarmante es el siguiente: en el año 2010, la concentración de la mitad de la riqueza del mundo estaba en manos de 388 personas; para 2011, era en 177; un año después, en 159; en 2013, en 92; hace dos años, en 80; y en la última medición del año pasado, en 62. ¿Qué se espera para los próximos años?, que el número siga su tendencia, lógicamente.

En Quintana Roo ha pasado lo mismo. Ni la llegada de 20 millones de turistas han frenado la precariedad laboral ni la pobreza que se mantiene casi en un casi 36 por ciento. Se ha criticado mucho al sistema Todo Incluido como laboratorio de foráneas riquezas, con la complicidad de autoridades locales que nada regulan y todo regalan y reparten: recursos naturales y mano de obra barata. Siempre me preguntan por qué Argentina, un país con más territorio que México, con sólo 43 millones de habitantes mantiene niveles altos de pobreza de más de 35 por ciento, no se entiende sino por la corrupción galopante que ha atravesado décadas; o el caso de Bolivia, siendo reservorio de grandes riquezas minerales y reservas de gas. Gran parte de nuestros recursos se van a países que ha priorizado el desarrollo de tecnologías. No se entiende, entonces, cómo vendemos crudo para importar gasolinas; o, en el caso más doméstico, ofrecemos las riquezas naturales para que gran parte de esas divisas se transfieran a los verdaderos dueños en Europa, principalmente, España.

Como muchos teóricos vaticinaron, el capitalismo no ha sido un sistema que se haya autorregulado con la oferta y la demanda, la concentración de riqueza cada vez más voraz ha sido el sello, y la esperada derrama nunca alcanzó a todos, más bien, generó más pobres: 400 millones más en los últimos cinco años.

Si el gobierno no regula debidamente las políticas sociales, la fábrica de pobres continuará. Pero la evasión fiscal y la entrega de recursos naturales a grandes corporaciones internacionales es la tendencia que concentra más riqueza. Una situación que acabará por tener a 10 personas con la riqueza del 50 por ciento de la población en pocos años.  ¿Qué futuro nos espera con tanta marginación? Mientras el gobierno mire para otro lado cuando se evaden pagar impuestos; cuando el dinero no llega donde debe, muchos más quedarán marginados. El partido es complejo, necesita de grandes habilidades tácticas del DT.

LUCIANO NUÑEZ3

Luciano Antonio Núñez

 Es técnico y licenciado en Comunicación Social, con postgrado en Opinión Pública por FLACSO y diplomados en La Salle Cancún. Trabajó en El Siglo de Tucumán, Argentina; agencia EFE México, Luces del Siglo y Periódico Quequi, donde actualmente es coordinador en el Sur del Estado.

Co-Fundador y director general de Revista Dos Puntos.

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