Elección de Mara Lezama en Cancún, la excepción que confirma la regla. @riclandero

Ricardo Landero

¿Te paraste ante la boleta y pensaste: ninguno me convence? Esto es porque los partidos políticos no están entendiendo a la sociedad, siguen en su dinámica de cúpulas y cuotas que nos tiene repletos de candidatos con los que nadie se identifica. En la última década le han apostado a la mercadotecnia política, llenándonos de candidatos que no son capaces de hacer ni un discurso, ni un tweet y lo más vergonzoso haciendo espectáculos denigrantes para darse a conocer, según ellos convencer. Esta campaña que acabamos de pasar estará enmarcada por las ocurrencias y los pésimos candidatos, eso deberá ser un tema de rendición de cuentas urgente de los presidentes de partido hacia su militancia.

Estamos llenos de políticos que han asumido que ser político es una profesión, como la de un dentista, un doctor o un ingeniero, para la que nacieron y por ello encargan su vida a brincar de un lado a otro en los puestos, algunos con más fortuna que otros, pero la verdad es que estamos cansados de verles la cara, de ver sus nombres repetidos como una maldita condena, pues siempre nos queda la pregunta ¿De verdad no hay nadie más que este político de siempre?

Traigo a la reflexión el tema de Mara Lezama, quien contendió por la reelección como presidenta municipal de Cancún y ganó, porque su caso tiene características que deberían ser analizadas por los partidos, las dirigencias, pues es una candidata que tiene una legítima afinidad con la sociedad que forjó con los años, conoció las entrañas de la problemática social, pero lo más importante: trabajó para cambiarlas por muchos años, ella era locutora de radio, en un programa en donde atendía los temas que más le dolía a la gente, enfrentaba a las autoridades o asesoraba para hacerlo a fin de que encontraran una solución a la infinidad de temas que vive la ciudad, estuvo empapada de la vida de lo cotidiano, por ello fue muy fácil conectar y asumir lo que correspondía cuando tomó el mando del gobierno municipal.

Por esto digo que su caso fue la excepción que nos permitió confirmar la regla, pues ante la multiplicidad de candidatos politiqueros y cupulares, las candidaturas de liderazgos sociales nos permiten distinguir ese universo, que había algo distinto y legítimo, pero es que este país no logrará una verdadera convicción democrática si los partidos no asumen su verdadero papel de representación popular.

Es un momento de mucha reflexión, la situación de pandemia en el mundo tiene a gran parte de la sociedad en una situación muy difícil, la clase media ha cargado en sus hombros el peso de la crisis, los trabajos y los salarios están muy deprimidos, será muy largo el camino en el mundo para recuperar el proceso que traíamos antes de la pandemia, el camino de la política en este momento es fundamental para mantener el status quo que no nos lleve al resquebrajamiento de la sociedad, debemos exigir a los partidos políticos que terminen con sus liderazgos de cúpulas y de amarres, sin políticos y candidatos que tengan convicción social un día se encontrarán que tacharemos todas las boletas y anularemos los votos de forma masiva, pero cuando esto suceda será demasiado tarde para retomar el camino de la política. Este es el momento histórico más importante que viviremos en la época moderna, no podemos seguir permitiendo que tengamos este deterioro de lo político en el país.

Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en Derecho por la UNAM.

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