AMLO y el futuro político de los municipios de Quintana Roo

Para muchos, por casi dos décadas, Andrés Manuel López Obrador fue “Un peligro para la nación” al ser el principal candidato a vencer para la presidencia de la república por ser catalogado como populista, sin embargo ese mito se acabó el primero de julio del 2018, cuando ganó de manera histórica la presidencia de la república.

 

Después de haber sido despreciado por los sectores conservadores y de la propia izquierda, quién no recuerda el 11 de octubre a Amlo, en su recorrido de agradecimiento por Quintana Roo, donde ex priistas, perredistas, petistas, etc aprovecharon para tomarse fotos para presumir su cercanía nuevamente con el poder.

 

La memoria en la política es corta, sin embargo hay quienes mostraron su lealtad y cercanía con Andrés Manuel desde que gobernaba la ciudad de México, como Luz María y Laura Beristain, la primera ex senadora y la última presidenta municipal de Solidaridad.

 

Aunque ciertos sectores han tratado de hacer creer un distanciamiento de las Beristain con AMLO, el jefe del ejecutivo federal, ha estado al pendiente desde que le intentaron arrebatar la presidencia municipal a Laura Beristain, ya que igual que él en su momento, Laura y Luz María, lucharon por la defensa al voto.

 

López Obrador ha sido señalado de muchas cosas, pero menos de actos de corrupción y por muchos caminos, la llamada mafia del poder trató de hacerlo aún lado para que no compitiera por la presidencia de la república, sin embargo la guerra sucia lo ha engrandecido, ante la gran cantidad de corrupción de unos cuántos.

 

En Solidaridad el paralelismo corre por las venas Beristain y por las aguas del mar azul turquesa, dado que el municipio se ha vuelto el mayor referente político para la elección a la gubernatura. Por ello se puede entender el golpeteo.

 

La historia ha marcado que los personajes utilizados para ser parte de campañas negras, el resultado ha sido contundente, los terminan engrandeciendo, sino pregúntenle a Greg Sánchez y Chacho Zalvidea en Cancún. El Pri por muchos años fue el mejor jefe de prensa que tuvieron los partidos de oposición y en esta ocasión la historia parece repetirse.

 

Cuando AMLO rinda protesta como presidente de México las cosas en el país cambiarán paulatinamente y por consecuencia en los municipios emanados de Morena, donde se tendrá que definir el futuro del mando único para el combate a la delincuencia que tanto daña a la sociedad mexicana.

 

El primero de diciembre, la comunicación irá más allá de las fotos fortuitas en los aeropuertos, ya que el trabajo será el mejor sensor ciudadano para demostrar el compromiso de cada gobierno para estar en la misma sintonía del próximo gobierno federal, que pregona la austeridad republicana, dejando atrás los excesos en un país con millones de pobres, que buscan gobernantes empaticos que se suban a los camiones y tengan contacto directo a través de las audiencias públicas.

 

El sábado México comenzará a escribir su historia moderna, que alejará a los demonios, que consideran la llegada de López Obrador como un ejemplo de Venezuela, al menos así se ha demostrado en Cancún y Playa del Carmen, dos de los municipios más prósperos del país, que siguen en la ruta franca de inversiones internacionales en la hotelería. Al tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

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