Cuatro mil catequistas de la Península se reunieron en Cancún, y dieron su testimonio

Por Konaté Hernández Cancún. Q. Roo.-  El camino de la catequesis no es fácil, pues las personas que han decidido entregar su vida al Señor a través de este apostolado tienen que enfrentar severas críticas de sus padres hermanos y de su esposo, tal como le sucede a la catequista Virginia Ramírez Venegas quien funge como coordinadora de catequistas en la parroquia del Ejido Conquista Campesina, comunidad del municipio de Ciudad del Carmen Campeche.
Entrevista que expuso en el marco del XVII Encuentro Provincial de poco mas de 4 mil catequistas provenientes de Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo realizado en el Polyforum de esta ciudad de Cancún, los días 4 y 5 de marzo, donde comenta Virginia Ramírez Venegas, es como una especie de recriminación de parte de su esposo, quien cada vez realiza actividades de la parroquia como la impartición de la catequesis o participar de algún congreso o retiro, tiene que enfrentarse con valor a su cónyuge para poder cumplir con el Señor.
Sin embargo afirmó nunca ha abandonado sus quehaceres familiares ni mucho menos descuidado a su esposo ni a sus hijos a los que siempre procura no les falte lo elemental en el hogar, quedando estar bien con su familia a pesar de las adversidades que enfrenta en el día a día, a pesar de todo dijo estar superando esta situación solo con la ayuda de Dios. Y este mismo panorama lo enfrenta la mayoría de las catequistas debido a la cerrazón de sus esposos a los que considera en cierto modo como muy celosos y quizá un poco machistas, lo que no debe existir en un matrimonio cristiano, salvo el apoyo mutuo.
Explica Ramírez Venegas que ante esta situación que están pasando otras parejas las cuales terminan por la disolución matrimonial, ella las ha superado con la oración constante a Dios de quien ha recibido la gracia y misericordia divinas para continuar con el ministerio que el Señor le ha encargado a través de la catequesis, debido a que siempre tiene presente la oración de la Misericordia que dice “déjate en mis brazos, duérmete en mis brazos, deja los problemas, que Yo los resolveré, tú duerme”, lo que siempre hace para enfrentar los problemas enormes que enfrenta, y dejarse ayudar y abrazar por Dios, lo que siempre la llena de emoción y sentimiento saber que en esos momentos, no es ella sino el Señor quien la lleva en sus brazos.
Por tal motivo afirmó sentirse feliz sirviendo a Dios dentro de la Iglesia Católica, lugar donde ha aprendido a compartir sus enseñanzas, lo que le motiva a continuar preparándose para una mejor impartición de la catequesis. Por tal motivo le recomienda a los jóvenes que se dedican a la catequesis que no desfallezcan, que vean que el servicio que prestan no es ni al sacerdote y al coordinador parroquial, sino al Señor, siendo ellos los que necesitan dar este servicio para sentirse más plenos y salvos y con ello por lo menos alcanzar un pedacito de cielo.
Finalmente Virginia Ramírez Venegas, comentó que nació en el Ejido Conquista Campesina en el municipio de Ciudad del Carmen, Campeche un 23 de enero de 1977, hija de Antonio Ramírez Pérez y Francisca Venegas, originarios de Michoacán, llegaron a hace 47 años, es la menores de varios hermanos. Casada con Marco Antonio Farfán con dos hijos Jesús Antonio y Marco Antonio, es educadora de preescolar.

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