Cicuta del Caribe: Covid redujo la vida

Carlos Águila Arreola
Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) reveló hace días que México ha perdido cuatro años en esperanza de vida debido a la pandemia. La covid-19 ha hecho retroceder al mundo en ese parámetro por primera vez en 70 años y, como toda región subdesarrollada, Latinoamérica se ha llevado la peor parte, más que África.

Otro análisis de 10 académicos latinoamericanos publicado el año pasado en la revista demográfica Genus, sugiere reducciones aún mayores en la esperanza de vida en la región (5.5 años en México). Otras investigaciones (Víctor García, del Colegio de México) aseguran que en 2020 la caída de la esperanza de vida en México fue mayor en la capital, el norte del país y la península de Yucatán.

Algunos mandatarios hicieron pobres esfuerzos para combatir los brotes en su país, ya sea minimizando la gravedad de la pandemia; ignorando a la ciencia o intervenciones críticas como el distanciamiento social y los cubrebocas. Todos cometieron al menos uno de esos errores, y varios todos, con consecuencias mortales debido a su inmoralidad y falta de ética.

Un trabajo de The Conversation, fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos internacionales, cita a Andrés Manuel López Obrador y a otros tres mandatarios y un ex presidente que, en mayor o menor medida, subestimaron la gravedad de la pandemia: Donald Trump, Jair Bolsonaro, de Brasil; Narendra Modi, de la India, y Alexander Lukashenko de Bielorrusia.

En el país no es que no hayan sabido qué hacer con la pandemia, es que tomaron la decisión de no hacerlo, acusa Laurie Ann Ximénez-Fyvie, microbióloga mexicana y doctora en Ciencias Médicas por la prestigiosa Universidad de Harvard, y autora del libro “Un daño irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México”.

La científica criticó con dureza al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, llamado “zar del coronavirus”, y a su jefe López Obrador, a quienes recriminó porque manejaron la pandemia por criterios “más políticos que científicos” y nunca haber tenido una estrategia para contener los contagios y apostar por la llamada “inmunidad de rebaño”.

A la par
Esa decisión, además de criminal para las víctimas mortales y sus familias, y centenas de miles más de contagiados —menos para la legión de pejezombies, chairos y demás fauna morenística seguidora del mesías de Macuspana, que son los que niegan la estólida postura—, ha costado a México cuatro años de esperanza de vida.

En su momento, con 9.2 por ciento de pacientes por cada 100 mil habitantes muriendo a causa de la enfermedad, México tuvo la tasa de letalidad más alta del planeta. Estimaciones recientes muestran que probablemente ha sufrido 617 mil muertes, a la par de Estados Unidos y la India, ambas naciones con poblaciones mucho más grandes.

Una combinación de factores contribuyó a los brotes extremos y prolongados, y “un liderazgo” nacional inadecuado fue uno. A lo largo de la pandemia, López Obrador buscó minimizar la gravedad de la situación, incluso siguió realizando mítines antes de que el 23 de marzo de 2020 llegara el confinamiento; sin embargo, con frecuencia se negó a usar el cubrebocas.

Tras heredar un sistema de salud con fondos insuficientes cuando asumió en 2018, “Lopitos” aumentó solo ligeramente los presupuestos —expertos señalaron que los recursos para hospitales son insuficientes para la tarea que enfrentan—; incluso antes de que estallara la pandemia, la política de extrema austeridad fiscal dificultó mucho más abordar una crisis de salud.

Siempre negacionista a lo que no sea sus megaobras —Tren Maya, refinería Dos Bocas su aeropuerto Felipe Ángeles—, limitó la ayuda financiera para combatir la covid-19, lo que a su vez agravó el shock económico por la pandemia, alimentando la necesidad de mantener la economía abierta durante todo el año pasado, bien entrada la feroz segunda ola invernal, de la que México apenas está comenzando a salir.

Cuatro años menos es el cálculo que hace Patrick Heuveline, académico de la UCLA. Su estudio estima que en todo el mundo la esperanza de vida cayó en promedio dos años, un retroceso que no se había visto desde 1950. “Ese ha sido el impacto demográfico que ha dejado la crisis sanitaria durante 2020 y 2021. Es una pérdida sustancial”, afirma el investigador.

Desigualdad
El golpe no es igual: entre más de 98 países analizados, solo ocho perdieron cuatro años o más, cinco en Latinoamérica: México, Perú, Bolivia, Paraguay y Guatemala. De acuerdo con los cálculos de Heuveline, un mexicano tenía una esperanza de vida de 72.2 años en 2019, para finales de 2021 ya era de 67.9. Una mexicana esperaba vivir casi 78 años, ahora solo hasta los 74.2 años.

En una analogía, compara la esperanza de vida con la velocidad de un coche, lo mismo sucede con la esperanza de vida: se calcula cuántos años se espera vivir en promedio, si se toma en cuenta el año en que nació, su lugar de nacimiento y su sexo, así como otros factores demográficos, y si se asume que las condiciones de vida de un país no van a cambiar sustancialmente.

El indicador es sensible al acceso a la salud, la violencia o la pobreza. “La velocidad del coche, igual que las condiciones de vida, cambian, y asumir lo contrario es poco realista” —matiza el académico—, “pero la ventaja es que es un indicador estimado para prácticamente todos los países del mundo desde la segunda Guerra Mundial o, incluso, en algunos desde hace 200 años”.

El investigador usó ese parámetro para estudiar el efecto que tuvo la pandemia en la supervivencia humana, en comparación con otros eventos —VIH, guerras y genocidios provocaron caídas en los lugares que los sufrieron—: en siete décadas no había pasado nada que rasurara a tal grado el tiempo que la humanidad esperaba vivir.

Para calcular eso se utilizan tablas de mortalidad que suelen considerar la edad promedio de quienes mueren, y cuántos nuevos nacimientos se registran cada año. Se asume que si la población crece a un ritmo estable y si el número de muertes también se mantiene, no habrá cambios considerables en cuanto se espera que una persona viva en promedio.

Durante la pandemia hubo un subregistro mundial de las muertes por covid. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calculó que en 2020 y 2021 causó, de forma directa o indirecta, más de 15 millones de muertes, y solo se reportaron 6.2 millones, y “en México, el exceso de mortalidad es más o menos el doble que las muertes que oficialmente se reportaron por covid”, indica el académico.

Menudencias
Carlos Constandse Madrazo, vicepresidente de Grupo Xcaret, afirmó que la filial Xcaret Xailing espera dos nuevas embarcaciones que prestarán servicio en la ruta Cancún-Cozumel: “Esperamos dos ferris que tardarían entre dos o tres meses”. En promedio, la ruta a la isla reporta 300 mil pasajeros al mes; actualmente, esa empresa opera dos embarcaciones hacia Isla Mujeres, que tienen capacidad de 650 pasajeros cada una.

Ubicado frente al hotel Moon Palace, en terrenos de la familia Chapur, se erige Malltertainment Riviera Maya, proyecto de más de 100 millones de pesos que será un megaparque temático en 250 mil metros cuadrados que tendrá centro comercial, parque de diversiones, la pista más grande del mundo de go karts, globo aerostático y pista de hielo, entre otras amenidades, de acuerdo con el patriarca del grupo Palace Resorts, José Antonio Chapur Zahoul.

La tasa de desempleo alcanzó su nivel más bajo desde que inició la pandemia, sin embargo, fue a costa de la precarización del nivel salarial, de acuerdo con Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que revela que durante los últimos dos años han desaparecido más de dos millones 633 mil puestos de trabajo cuyas compensaciones superaban los tres salarios mínimos diarios.

Uno de cada tres mexicanos justifica el uso de la violencia como una manera de resolver conflictos, lo que hace a México el país más violento de una medición que abarca 10 de América Latina, señala el informe “Tendencias de honestidad en Latinoamérica 2022” elaborado por la Amitai, firma especializada en ética organizacional, que destaca que respecto a la medición de 2018 los mexicanos se han vuelto más agresivos, perdiendo la capacidad de diálogo.

La industria del Caribe fijó el rumbo para proteger el medio ambiente marino durante un encuentro del Centro Regional de Emergencia, Información y Capacitación por Contaminación Marina-Caribe. La décima reunión del comité directivo (cada dos años) se llevó a cabo en Curazao, Países Bajos, donde la Organización Marítima Internacional (OMI) manifestó su apoyo para prevenir la introducción de especies acuáticas invasoras y compartir mejores prácticas.

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