Que hagan su trabajo, escribe Julio César Silva, desde el Palco Quintanarroense

El linchamiento del ruso Aleksei Makeev fue tolerado por las autoridades de todos los órdenes de gobierno, que no actuaron a tiempo para evitarlo.

Se trata de una papa caliente que nadie, ninguna autoridad quiere quedarse con ella… juegan a los “quemados”, pero chamuscados están.
No se puede responsabilizar a la gran masa que representan “las redes sociales” y tampoco, como pretende el fiscal Miguel Ángel Pech Cen, cargarle la cuenta a los periodistas que cubrían los hechos.
Según el fiscal, los reporteros debieron dejar de grabar y repeler la agresión.
Tampoco se puede justificar la inacción de la policía municipal con el argumento de que cuando se hizo presente “no había delitos”, cuando justamente el trabajo de esa corporación es prevenir ilícitos.
Mucho antes de que técnicamente se cometiera el delito de allanamiento, que llevó al ruso a defenderse y asesinar a un joven y su posterior linchamiento, ya había alteración del orden público en el que la policia preventiva debió intervenir.
Pero antes de todo ello, la federación a través del Instituto Nacional de Migración debió atender la alerta del gobierno ruso sobre la presencia y condición mental de Makeev y deportarlo, pero no lo hizo.
Fue una cadena de errores de la que nadie, ninguna autoridad queda exenta. Que no quieran lavarse las manos con excusas mal fundamentadas.
Que no quieran buscar culpables donde no los hay.
Que hagan su trabajo. Allí están los videos para identificar a algunos de los responsables del linchamiento y allí están los funcionarios que no cumplieron su responsabilidad.

Platea
Tibio, casi gélido fue el pronunciamiento que dio el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, Harley Sosa Guillén en relación con las omisiones de las autoridades en el caso del ruso.
Fiel a su estilo, bordó en la ambigüedad y de nuevo demuestra su eficacia como “ombudsman”.


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