Julio César Silva, escribe desde el Palco Quintanarroense

En 2009 el PRI recuperó la gubernatura de Querétaro luego de dos administraciones panistas consecutivas, pero volvió a perderla el año pasado a pesar de que José Calzada Rovirosa, actual secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) tenía niveles de aprobación superiores al 70%.

Según especialistas en temas económicos, Querétaro, Aguascalientes y Quintana Roo son las únicas entidades que presentan un crecimiento comparable con el que registran economías asiáticas, gracias a su vinculación con Estados Unidos.

Pero justamente, además de otros factores que están a la vista en el caso de Quintana Roo, el estatus económico es por sí solo un acicate para el cambio, genera mayores exigencias en todos los rubros y el político no es la excepción.

En las elecciones de junio pasado, en Quintana Roo se dio por primera vez la alternancia, a pesar de que el empleo y la economía crecen a ritmos de entre 7 y 8% anual en gran medida por una pujante industria turística ligada a Estados Unidos.

Los niveles de crecimiento en Querétaro, donde el PRI perdió en 2015, y en Aguascalientes, en el que también los priistas fueron hechos a un lado en junio pasado, son muy similares a los de Quintana Roo, con la diferencia de que sus economías están vinculadas con otro tipo de exportaciones pero que también dependen en gran medida de Estados Unidos.

Los estados que le dan luz a la economía mexicana.

En 2010 el priista Carlos Lozano de la Torre ganó la gubernatura de Aguascalientes luego de tres administraciones panistas consecutivas.

Las tres entidades mencionadas están acostumbrados a la competencia internacional. En el plano mexicano son economías de “grandes ligas”, cuya población está acostumbrada a la mejora constante, con una permanente inconformidad que la saca de cualquier zona de confort y eso se refleja también en la actividad política.

Sin duda se trata de una lección que deben asimilar los políticos de estas tres regiones y adaptarse a esas circunstancias que no se irán a ningún lado. Al contrario, se consolidarán y, por tanto, los gobernantes también deben mejorar sus prácticas, prepararse mejor para una alta y constante competencia por el voto crítico, que es el que finalmente definirá el resultado de las elecciones.

Platea

Puede decirse que Fabián Vallado, el ex delegado de la Sedesol que mediática y políticamente fue acusado, procesado y sentenciado, duerme tranquilo, pues el expediente penal que le abrió la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos electores (Fepade) está prácticamente finiquitado.

El juez federal ante quien la Fepade consignó el expediente resolvió a favor del inculpado, debido a que no se le encontró responsable en el desvío de recursos federales con fines electorales.

Se le acusó de distribuir cobertores, que no están considerados en los programas de asistencia de la Sedesol, como tampoco lo está la distribución de bebidas alcohólicas y otros artículos que se dijo repartía con fines electorales con cargo a esa dependencia federal.

Resuelto el tema, Vallado le ha dado vuelta a la hoja y está a la expectativa de lo que venga en el futuro para su partido, el PRI.

Quien no puede decir lo mismo es el ex candidato del PAN-PRD a la presidencia municipal de Puerto Morelos, Manuel García Salas, quién él mismo ha reconocido que tiene una orden de aprehensión federal en su contra por la distribución de despensas, éstas sí, con el logo de la Sedesol.

En caso de que duerma, lo hace con su amparo bajo la almohada.

 

Salir de la versión móvil