Cicuta del Caribe

Carlos Águila Arreola
Estaba por iniciar el presente escrito, cuando algunos activistas que viajaron a la Ciudad de México para participar en el encuentro con Andrés Manuel López Obrador en el “diálogo” sobre la situación de los tramos cinco norte y sur la mañana del lunes, a invitación del propio tabasqueño, cuando volvió a quedar de manifiesto su asombrosa proclividad a burlarse de la gente.

Pasaban las 17:00 del domingo 24 de abril, cuando la escritora, empresaria y activista (por un México ambiental) Gemma Herlinda Santana Medina dio a conocer por medio de Twitter que “Jesús Ramírez Cuevas —coordinador general de Comunicación Social y vocero del gobierno federal— me escribió para cancelar la reunión con «Sélvame del Tren»”.

El jueves pasado, en su conferencia mitotera, el tabasqueño aceptó reunirse con los activistas, pero en Palacio Nacional; empero, el argumento del gobierno más mitómano de la historia para, literal, vulgar y coloquialmente hablando “echarse para atrás” el domingo, fue que “varios de los invitados han declarado públicamente que no asistirán a Palacio Nacional”, se lee en el comunicado.

No obstante, contrario a lo afirmado por Presidencia, el único que informó que no acudiría fue el actor Eugenio Derbez, quien dijo que no creía que acudir a Palacio Nacional fuese una buena táctica; no obstante, el colectivo dejó en claro que respetan los puntos de vista del actor, “pero que asistir a Palacio Nacional era una gran oportunidad para iniciar el diálogo”.

El gobierno federal reiteró su invitación al colectivo para que visiten la región donde está proyectado el tramo cinco, que va de Cancún a Tulum —pasando por Puerto Morelos y Playa del Carmen—, y hablen con los pobladores, familias y ejidatarios, para que constaten que el proyecto está avalado por la comunidad y “que sí se informó y consultó a la gente”, señala el comunicado.

Alrededor de las 18 horas, las redes sociales de ambientalistas, activistas, artistas, buzos y académicos hervían manifestando su enojo y desilusión por la cancelación del encuentro, y afirmaron que “eso corrobora sus denuncias respecto a que el proyecto no cuenta con los estudios de impacto ambiental que se requieren” para una obra de tal envergadura.

«¿Quién le aconsejó?»
“Nos toma un poco por sorpresa, pero sabíamos que dentro de las posibilidades podía pasar, déjame hablar con los que ya están acá (en la Ciudad de México); fue un sacrificio grande venir y tenemos que decidir qué hacer”, dijo uno de los activistas, quien pidió anonimato por no estar autorizado a declarar.

“Seguramente vamos a soltar un comunicado porque esto lo único que hace es que la gente nos preste más atención para escuchar lo que venimos a decir. Yo estaba muy optimista que sí iba a suceder y que incluso era lo mejor que podía haber hecho López Obrador para él mismo, ni siquiera para nosotros.

“Me pregunto quién le aconsejó y más quien decidió que no sucediera”, añadió el interlocutor (porque) “no recibimos sobres amarillos ni mucho menos; ha sido un esfuerzo grande estar acá”, reiteró.

No obstante, “tenemos que sentarnos y analizar exactamente cómo manejar esta situación (porque) de todos modos mañana vamos a hablar con los medios porque sabemos que ahora nos van a prestar todavía más atención. Venimos a hablar y eso es lo que vamos a hacer”, concluyó.

Por ejemplo, el usuario Némesis (@Nmesis10140967) apuntó que “se los dije y lo repito: ¿creen que alguien que le vale madrina las vidas de los niños con cáncer, se preocupe por la ecología? @lopezobrador_ sabe que está violando las leyes y contra eso no hay defensa, por eso evita entrar en polémica”

Y “Sólo Lola💃” (@L0L43376797) dijo que “desde un principio, cuando lo escuché en su Mañanera, por como lo dijo, tan suavecito, supe que no los iba a recibir. Que conste en actas. Sugiero que se presenten los confirmados y comuniquen a la opinión pública que no los recibió”.

En un principio, el colectivo invitó al mandatario a que fuera a la zona donde se construye el tren; sin embargo, se negó a viajar —cuando está yendo cada tres o cuatro semanas a “supervisar” las obras—; y a cambio ofreció un encuentro en Palacio Nacional: “Si vienen aquí (Palacio Nacional), aquí los atendemos, yo hablo con ellos”… ya vimos que no.

Aunque podría pensarse que opino a “toro pasado”, hace un año —a un tercio de sexenio— la oenegé Signos Vitales de México ya advertía en su informe “El valor de la verdad” que López Obrador “miente o da datos inexactos” 80 veces en promedio en cada conferencia..

Mentiras
Con esos antecedentes, pensaba adelantarme con lo que suponía iba a suceder en ese encuentro entre los integrantes de “Sélvame del tren” —científicos en su mayoría, y los demás por lo menos pensantes— y su “alteza pequeñísima” —ignorante en absoluto en temas ambientales— como llama Diego Fernández de Cevallos Ramos al inquilino de Palacio Nacional.

Ambientalistas, activistas, artistas, buzos, académicos y expertos lamentaron, en otro comunicado, que se cancelara la reunión; entre otros la decena que hizo el viaje a la Ciudad de México: la actriz Azela Robinson (Azela Jacqueline Robi); el actor Jero Medina; el conductor, productor y también actor, Arturo Islas Allende; el músico, compositor y cantante Rubén Isaac Albarrán Ortega.

También el biólogo y director del planetario de Playa del Carmen, Roberto Rojo García; la apneísta mexicana Camila Jaber; Otto Von Bertrab, director general de Río Secreto; los buzos José Guillermo Urbina Bravo y Bernadette Carrión van Rijn; el biólogo conservacionista Rodrigo Antonio Medellín Legorreta, y la activista, escritora y empresaria Gemma Herlinda Santana Medina-

“Este gobierno se ha caracterizado por la pérdida del valor de la verdad, el uso frecuente y sin recato de mentiras, medias verdades y datos no verificables», aseguró Signos Vitales hace ya un año. De acuerdo con el informe, López Obrador recurre a «medias verdades y datos no verificables» para no tocar temas que teme tocar por ignorancia o por no quedar en evidencia.

“No tenemos otro interés más que la defensa de la selva”, expresó ¨Sélvame del Tren”, pero ni la orden de un juez federal ha logrado frenar las obras en el tramo cinco; antes, desde noviembre de 2018, diversos activistas habían advertido del grave impacto y fueron ignorados… “es en realidad un proyecto inmobiliario y de urbanización con bandera de turismo responsable”.

La incontinencia beligerante de López Obrador es asombrosa, así como su inagotable capacidad para pelear con todo mundo. En su cabeza no hay una estructura jerárquica, sino un potaje de emociones: todo lo que no se acomoda a sus convicciones viene de sus adversarios; en el tabasqueño no hay filtros: su pecho carga una máquina de rencor y agresión incansable.

En los últimos días se ha notado desquiciado; sin control sobre el futuro inmediato, genera vituperios que escupe con mentiras y verdades a medias, que aumenta cada semana. Tiene una inmensa autoestima y ve con desdén a todos, de ahí la furia de sus embestidas a partir de acusaciones, muchas infundadas, que tarde o temprano tendrán consecuencias para él.

La ley es la ley, que juró obedecer —aunque la viola constantemente—: todos mienten, menos él. Su actitud no es nueva. El señor López se comporta a veces como niño berrinchudo, mal educado y egoísta: piensa que saldrá impune de todo, pese a todo. A lo mejor sí, pero el revés sería proporcional al nivel de hostilidad; por lo pronto, todo indica que no se irá impune.

Menudencias
Seis mil 901 millones de pesos (350 de dólares) solicitó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para tres obras en Cancún, inscritas en la Cartera de Proyectos de Inversión de la Secretaría de Hacienda: el puente Nichupté (con un costo de cinco mil 580 millones); la rehabilitación del bulevar Colosio (votará mil 85 millones) y la conexión entre avenida Huayacán y la carretera 307 (237 millones de pesos).

Un vuelo diario es el promedio en el aeropuerto Felipe Ángeles, que sigue sin ser internacional, y el viernes 21 de abril la aerolínea española Iberia también descartó operar —en la terminal que se construyó por un capricho de Andrés Manuel López Obrador— porque “el de la Ciudad de México proporciona mayor eficiencia en operaciones y tiene más conexiones (…) y otras cosas ya lo recibimos en el aeropuerto Benito Juárez”, se señaló en un comunicado

Desde los 30 años la prioridad es pagar deudas; desde esa edad y hasta después de los 60 años, el monto solicitado más elevado fue invariablemente para pagar deudas, de acuerdo a un estudio del sitio yotepresto.com: de 18 a 29 años solicitan, en promedio, 47 mil 603 pesos; de 30 a 39 años 79 mil 176; de 40 a 49 piden 85 mil 446 pesos; los de 50 a 59 años 104 mil 997 pesos, y los de más de 60 requieren 118 mil 249 pesos.

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